jueves, 28 de enero de 2010

Más cosillas

¡Hola a todos!
Hoy os quiero hablar de la actividad física. Este es otro de los temas sobre los que tenemos que reflexionar (siempre ando reflexionando, ¿eh?). Que hacer ejercicio es saludable lo sabemos todos, no os estoy descubriendo nada, pero si lo relacionamos con adelgazar, ahí ya se pone la cosa un poquito más interesante. Hacer deporte aumenta nuestro metabolismo, al tener más masa muscular, nuestro cuerpo quema más calorías. Nuestro organismo tiene un gasto energético por sí mismo para realizar todas sus funciones, ya sea respirar, hacer la digestión, bombear sangre, etc, es lo que llamamos el metabolismo basal. Lo podéis ver en mi artículo "¿Cuántas calorías gastamos?" del jueves 10 de Diciembre de 2009. Ahí podréis observar que este gasto aumenta dependiendo del tipo de actividad que realicemos. Pero, ¿no os parece genial que haciendo ejercicio aumentemos la masa muscular y nuestro cuerpo haga el trabajo de quemar calorías cuando no estamos haciendo deporte también? Lo ideal es escoger ejercicios anaeróbicos y aeróbicos combinados (la natación es una excelente elección).
Pero antes de correr al gimnasio (como hice yo hace unos meses) vamos a meditarlo. ¿Realmente vamos a ir? ¿O vais a hacer como yo que ayudo a que mi gimnasio no se vaya a pique pagando una cuota religiosamente cada mes? Mi sugerencia es que analicemos el tiempo libre del que disponemos antes de dar el paso. De todas formas, lo primero va a ser ir realizando pequeños cambios en nuestra vida diaria, lo que será la lucha contra el sedentarismo (no senderismo, que alguna clienta se había quedado muy sorprendida de que se lo prohibiera...). Hace tiempo leí "no esté tumbado si puede estar sentado, no esté sentado si puede estar de pie, no esté de pie si puede estar andando, no esté andando si puede estar corriendo...", yo me imaginaba tipo Forrest Gump yendo corriendo a todos los sitios. Lo importante es quedarnos con la idea. Vamos a introducir trucos tipo no usar el ascensor y subir por las escaleras, no subir por las escaleras mecánicas y subir por las estáticas, ir andando (o corriendo si queremos) a los sitios (si disponemos de tiempo, que ese es otro tema), hacernos una tabla de ejercicios que podamos realizar en casa (y hacerlos, claro está). Aquí es donde entra en juego nuestra imaginación (esa gran aliada) para pensar maneras de evitar la vida sedentaria.
A partir de ahí, si estamos convencidos, apuntémonos al gimnasio si queremos y vayamos luego. Y muy, muy, muy importante, no nos pongamos objetivos inalcanzables o muy altos, vamos a empezar proponiéndonos ir tres días a la semana al gimnasio (o realizar esa tabla de ejercicios que hemos confeccionado) y vamos a empezar con un ejercicio suave, lo primero es desentumecernos no morir de dolor por las agujetas al día siguiente... (os recomiendo que estiréis antes y después del ejercicio para evitarlas). Así que vamos a ser realistas y vamos a ponernos unas metas asequibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario