domingo, 31 de enero de 2010

Remember...

Hola a todos!
Hoy he estado escogiendo unas fotos que quiero imprimir, esto ha hecho que me haya remontado a hace un par de años y me he visto con el peso que quiero tener. Pienso que no hace tanto, por lo que eso me ha dado fuerzas y creo que puedo conseguirlo si me lo propongo. Lo que sí que tenemos que tener claro es que no podemos volver a esos figurines que teníamos hace mil años, pero sí es importante que nos visualicemos estando bien, en todos los sentidos.
Sin duda, aumentar de peso no es sólo una cuestión de comer más de lo necesario, muchas veces hay detrás otras carencias, frustraciones, etc. que hacen que nos "maltratemos" un poco, es por esto que creo que es imprescindible ir solucionando otros temas que harán que cuidarnos sea el inicio de una gran historia de amor con nosotros mismos.
El otro día encontré un libro que hablaba sobre el "autosabotaje" y fue interesante leerlo porque en muchos aspectos, ¡me estaba describiendo! A mí me ha ayudado a cambiar un poco el punto de vista, ¿qué crees que te puede ayudar a ti?

sábado, 30 de enero de 2010

Cuestionario de frecuencia de alimentos

Hola un día más!

Hoy quería seguir observando nuestra alimentación actual, como os he comentado en días pasados, se trata de mejorar nuestros hábitos alimenticios pero no podemos dar un giro de 180º con el que sólo conseguiremos cansarnos a los dos días y volver a nuestras antiguas costumbres.  Por eso es importante tomar conciencia de cómo comemos y de lo que deberáimos modificar, para ello estaría muy bien hacer un cuestionario de frecuencia de alimentos, en él apuntaremos cada cuánto comemos los alimentos de la lista. ¿Vamos a ello? Tenemos que indicar si los comemos a diario, 2-3 veces por semana, semanalmente, mensualmente:













Verdura y hortalizas

Fruta


Carne magra


Carne grasa


Pescado blanco

Pescado azul


Huevos


Lácteos y derivados

Azúcar


Cereales (arroz, pasta, semilla..)

Pan


Patata


Repostería


Legumbres


Frutos secos


Refrescos


Café


Mantequilla, margarina

Embutidos


Alimentos integrales

Alcohol


¿Qué tal han ido los resultados? ¿Crees que comes sano? ¿Puede que tengas olvidadas las verduras? ¿O tal vez son las frutas las grandes ignoradas? ¿Ya comes pescado?
En próximas entregas hablaremos de la frecuencia que deberían tener en nuestra dieta los distintosgrupos de alimentos y compararemos esta tabla de frecuencia, ¡guardarla en un lugar seguro!

viernes, 29 de enero de 2010

Mirarnos

Ayer estaba haciendo limpieza y pasé por delante de un espejo. Me paré y me miré. Fue realmente revelador, me di cuenta de que no suelo observarme en el espejo, ni vestida ni (por supuesto) desnuda. Intento no mirarme porque supongo que, inconscientemente, quiero obviar mi imagen real. Así que ayer decidí no hacerlo, me planté, me contemplé y me dije que no estoy como me empeño en hacerme creer a mí misma, estoy como me estaba viendo en ese momento, ni más ni menos. Es curioso porque a veces no me siento gordita, logro olvidar los kilos que me sobran y no soy consciente. Es por eso que creo básico el ejercicio de mirarnos, mirarnos vestidos y desnudos en el espejo, observarnos, aceptar que ese es nuestro cuerpo y que está en nuestras manos cambiarlo. Percibirnos con cariño, no odiando ese cuerpo, pero sí analizando las consecuencias de seguir aumentando de peso o de no bajarlo. Tenemos que tener una muestra de amor hacia nosotros mismos y decidirnos a cuidarnos porque nos queremos y deseamos tener una mejor calidad de vida ahora y en un futuro.

jueves, 28 de enero de 2010

Más cosillas

¡Hola a todos!
Hoy os quiero hablar de la actividad física. Este es otro de los temas sobre los que tenemos que reflexionar (siempre ando reflexionando, ¿eh?). Que hacer ejercicio es saludable lo sabemos todos, no os estoy descubriendo nada, pero si lo relacionamos con adelgazar, ahí ya se pone la cosa un poquito más interesante. Hacer deporte aumenta nuestro metabolismo, al tener más masa muscular, nuestro cuerpo quema más calorías. Nuestro organismo tiene un gasto energético por sí mismo para realizar todas sus funciones, ya sea respirar, hacer la digestión, bombear sangre, etc, es lo que llamamos el metabolismo basal. Lo podéis ver en mi artículo "¿Cuántas calorías gastamos?" del jueves 10 de Diciembre de 2009. Ahí podréis observar que este gasto aumenta dependiendo del tipo de actividad que realicemos. Pero, ¿no os parece genial que haciendo ejercicio aumentemos la masa muscular y nuestro cuerpo haga el trabajo de quemar calorías cuando no estamos haciendo deporte también? Lo ideal es escoger ejercicios anaeróbicos y aeróbicos combinados (la natación es una excelente elección).
Pero antes de correr al gimnasio (como hice yo hace unos meses) vamos a meditarlo. ¿Realmente vamos a ir? ¿O vais a hacer como yo que ayudo a que mi gimnasio no se vaya a pique pagando una cuota religiosamente cada mes? Mi sugerencia es que analicemos el tiempo libre del que disponemos antes de dar el paso. De todas formas, lo primero va a ser ir realizando pequeños cambios en nuestra vida diaria, lo que será la lucha contra el sedentarismo (no senderismo, que alguna clienta se había quedado muy sorprendida de que se lo prohibiera...). Hace tiempo leí "no esté tumbado si puede estar sentado, no esté sentado si puede estar de pie, no esté de pie si puede estar andando, no esté andando si puede estar corriendo...", yo me imaginaba tipo Forrest Gump yendo corriendo a todos los sitios. Lo importante es quedarnos con la idea. Vamos a introducir trucos tipo no usar el ascensor y subir por las escaleras, no subir por las escaleras mecánicas y subir por las estáticas, ir andando (o corriendo si queremos) a los sitios (si disponemos de tiempo, que ese es otro tema), hacernos una tabla de ejercicios que podamos realizar en casa (y hacerlos, claro está). Aquí es donde entra en juego nuestra imaginación (esa gran aliada) para pensar maneras de evitar la vida sedentaria.
A partir de ahí, si estamos convencidos, apuntémonos al gimnasio si queremos y vayamos luego. Y muy, muy, muy importante, no nos pongamos objetivos inalcanzables o muy altos, vamos a empezar proponiéndonos ir tres días a la semana al gimnasio (o realizar esa tabla de ejercicios que hemos confeccionado) y vamos a empezar con un ejercicio suave, lo primero es desentumecernos no morir de dolor por las agujetas al día siguiente... (os recomiendo que estiréis antes y después del ejercicio para evitarlas). Así que vamos a ser realistas y vamos a ponernos unas metas asequibles.

miércoles, 27 de enero de 2010

¿Cómo lo llevas?

¿Hemos hecho los deberes? A mí me ha salido una lista de cosas bastante extensa, ahí es donde me doy cuenta de la de cosas que me gustan y me pregunto, ¿por qué no las como más amenudo? Podría hacer una dieta super variada con los alimentos que me gustan. Sobre esto también es importante que reflexionemos. En mi caso es por pura pereza, claro, yo le echaba la culpa a otras cosas, que si a mi novio no le gusta (pues que coma otra cosa!), que si para mi sola no lo voy a hacer (tuppers y al congelador!), que si no me apetece comer eso (¿sólo haces lo que te apetece?)... así que al final... lo reconozco, me da pereza. Y es que alimentarse bien requiere organización para comprar, cocinar y comer a las mismas horas; imaginación para no caer en la rutina y el aburrimiento (para mí es uno de los peligros); motivación para tener claros nuestros objetivos y las razones que nos han llevado a tomar la decisión de cuidarnos, etc. Sé que soy una pesada, siempre con lo mismo, pero es básico que nos mentalicemos.
El otro día conocí a una chica que decía ser muy perezosa a la hora de cocinar para ella, que se hacía cualquier cosa pero, en cambio, para su hija de siete años cocinaba platos equilibrados y tenía una alimentación correctísima. ¿Por qué no imaginamos que somos nuestros hijos y nos cuidamos porque nos queremos un montón?

martes, 26 de enero de 2010

¿Seguimos avanzando?

Después del "medio sermón" que os di ayer, espero que hayáis reflexionado sobre las razones que tenéis para querer perder peso. Yo sé que es difícil, de hecho me sobran bastantes kilos y sé de lo que hablo. Hace tres años decidí perder peso, sé perfectamente cómo se hace, pero fuí a una endocrina. Esta me hizo unas preguntas, me pesó, me midió (estatura, barriga, caderas, piernas) y me dió una dieta de 1.500 kcal. Y, ale, hasta dentro de un mes. Yo estaba muy motivada y enseguida me puse a hacer la dieta, en cinco meses perdí 15 kilos. Estaba estupenda y volví a la endocrina otra vez, me felicitó y me dijo, además de que no volviera a engordar, que si no había pensado hacerme una liposucción en la barriga... No volví más.
Después de esto sucedieron varias cosas en mi vida, volví a retomar mis antiguas costumbres y a día de hoy no sólo he recuperado los 15 kilos, he engordado ocho killos más. Vale que me quedé sin trabajo, dejé de fumar y mil cosas, pero no más que lo que le puede pasar a cualquier persona. ¿El problema? No me mentalicé y no cambié habitos, simplemente los dejé "hibernar" para cuando llegara a mi peso. Me preocupó más mi estética que mi salud, supongo que igual que a la "estupenda" endocrina a la que fuí.
Por eso ahora quiero ir paso por paso, reflexionar sobre las cosas que estoy dispuesta a cambiar en beneficio de mi salud. Está claro que no puedo hacer grandes cambios y transformarme en quién no soy, mi profe siempre nos dice "grandes cambios, grandes fracasos". Pero lo que sí que tengo que entender es que como estoy ahora no puedo seguir y no debo esperar consecuencias en mi salud, he de tomar decisiones ahora que estoy a tiempo de que no sean tan drásticas y limitantes como cuando tienes una grave enfermedad.
Es por esto que vamos a conocernos, para empezar vamos a descubrir nuestros gustos para, a partir de ahí, poder confeccionar menús equilibrados que nos harán darnos cuenta de que comer sano no cuesta tanto y, en muchas ocasiones, es más cuestión de organización que no de alimentos que nos gustan o que no nos gustan.
Este es el ejercicio para hoy, vamos a hacer un listado de los alimentos que nos gustan y de los que "podemos comer", sí, sí, esos que decimos: "no me apasiona, pero me lo podría comer". En este listado tienen que aparecer frutas, verduras, quesos, carnes, pescados, leche (de soja, desnatada..), yogures, legumbres, farináceos (pan, pasta), cereales (esos grandes olvidados!)... A ver si sale un listado bien grande, ¿vale?

lunes, 25 de enero de 2010

Segundo paso: Mentalizarnos

Bueno, ya nos hemos hecho con nuestra cinta métrica y hemos escogido nuestra farmacia donde nos pesaremos todas las semanas.  Pero antes de nada os sugiero que leáis mi artículo titulado "¿Estamos preparados para hacer dieta?" que publiqué el sábado 12 de Diciembre de 2009. Y, si estáis preparados, seguimos.
Lo siguiente, después de valorar si estamos o no preparados, sería hacernos a la idea de algunos puntos importantes. Yo recomiendo que no le digamos a todo el mundo que nos vamos a poner a dieta, después todos nos preguntan y, al menos a mí, me entra la ansiedad por la presión social. Conseguir un peso saludable no es sólo reducir calorías hasta que lleguemos al peso deseado, no es sólo hacer más ejercicio hasta llegar al peso deseado, no es sólo cuidarnos un poquito hasta llegar al peso deseado, se trata de un compromiso, de una decisión de estar bien, de querernos y apostar por nosotros y porque llegaremos al peso con el que estaremos bien y sabremos y querremos mantenernos. Y esto no es fácil. Si creemos que se trata de sacrificarnos durante un tiempo, no iremos bien. Si creemos que perderemos esos kilos que nos sobran y después podremos volver a comer como ahora y a retomar las costumbres que nos han hecho llegar al peso actual, decididamente, no vale la pena empezar.
Adelgazar únicamente es cuestión de bajar las calorías, aumentar nuestra actividad y ya está, perdemos peso si no tenemos ninguna enfermedad asociada. Pero, ¿realmente es lo que queremos? ¿Queremos una solución rápida para ya sin importarnos las consecuencias? ¿Firmamos por conseguir nuestro peso a expensas de nuestra salud? ¿Nos da igual que de aquí a unos meses tengamos el temido efecto rebote y no sólo volvamos a nuestro peso sino que lo aumentemos en varios kilos? Estas y otras muchas pueden ser las consecuencias de hacer una dieta sin antes ser conscientes de los motivos y, sobre todo, de los objetivos que deseamos alcanzar.
Por eso es muy, muy, muy importante que antes de empezar a hacer dieta nos preguntemos si realmente estamos dispuestos a hacer algunos cambios en nuestras costumbres, si queremos cuidarnos y tener una alimentación equilibrada, si verdaderamente estamos decididos a querernos mucho.

domingo, 24 de enero de 2010

¡He vuelto!

¡Hola a todos!
Ante todo, discuparme por haber desaparecido en este tiempo, con las fiestas y vacaciones perdí mucho el hilo (sobre todo de la dieta) y me ha costado horrores retomar la normalidad (si es que eso existe).
Lo importante es que vuelvo a estar aquí llena de energía y con ganas de que el nombre de mi blog tenga un sentido literal y, por fin, ¡no sepa dónde están mis kilos!
Hoy, mientras hacía mis deberes de dietética para el curso que hago, se me ha ocurrido que voy a ser mi "caso" , voy a tratarme como trataría a una paciente que me viniera a consultar. Para ello debo rellenar mi Historia Clínica, mis datos, etc. ¿Alguien quiere empezar conmigo?
Para empezar vamos a conseguir una cinta métrica, las hay estupendas que no se dan de sí. Es importante que nos midamos al principio, llegará un momento en el que nuestro cuerpo pierda volumen pero no peso, o por lo menos no el proporcional a nuestro esfuerzo, ahí será dónde echaremos manos al historial de medidas y diremos "¡ala!¡pues sí que he adelgazado!".
Lo siguiente que haremos es pensar en un momento del día en el que pesarnos, esa será más o menos la hora a la que nos pesaremos cada semana. Es importante que hagamos un seguimiento de nuestro peso siempre a la misma hora (aproximadamente, tampoco perdamos la cabeza!) ya que durante el día pueden haber variaciones de hasta un kilo y ver que nuestro peso ha subido o no ha bajado puede desanimarnos mucho. Por supuesto, el siguiente paso será decidir en qué báscula nos vamos a pesar. Yo os recomiendo ir a la farmacia más cercana y que allí hagáis la medición, por ejemplo, todos los martes. No os aconsejo que realicéis la medición los lunes. Esta es una opinión muuuuuy personal, pero si algún fin de semana nos hemos pasado un poquito (cosa que es del todo improbable porque nos vamos a portar estupendamente bien), siempre estará bien dejar ese día para compensar ese pequeño desliz y el martes (u otro día) ver que el traspié no ha tenido consecuencias tan desastrosas. También advertiros que las básculas de casa se descalibran fácilmente, por lo que no es nada recomendable fiarnos de ellas, a no ser que tengamos total confianza en ellas.
Mañana seguimos dando pasos para poder decir "¿dónde están mis kilos?"