domingo, 6 de diciembre de 2009

Segundo mal hábito: pocas comidas y muy copiosas

Bueno, que podría ser el tercero, el octavo o el duodécimo, la cuestión es que hay que seguir dando pasitos hacia el objetivo y el siguiente es revisar cuántas comidas hacemos al día. Soy consciente de lo difícil que es hacer cinco comidas al día y, aunque yo soy la primera que no lo cumplo, hay que motivarse para hacerlo. Algunos dietistas defienden tres, seis e incluso dos, yo, por mi experiencia, aconsejo cinco comidas al día y, en mi caso en concreto, que padezco de problemas digestivos, mi médico me lo ha recomendado.



La idea es no dejar que pasen más de 3-4 horas entre comida y comida. Eso quiere decir que haremos desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Esto hace que nuestro metabolismo se active y haciendo la digestión también gastamos calorías. La idea es comer más a menudo pero en pequeñas cantidades, esto nos ayudará a no tener esa sensación de hambre que se apodera de nosotros en el peor momento y que nos hace sucumbir y acabar en esa pastelería estupenda que hace esas deliciosas pastitas. El hecho de comer más a menudo mantendrá equilibrada nuestra glucosa, evitando esos picos en los que perdemos la cabeza y tenemos esa necesidad imperiosa de “pecar”.


También es importante distribuir bien los nutrientes a lo largo del día pero, por hoy ya ha habido suficiente, próximamente abordaremos este tema, de momento vamos a intentar coger buenos hábitos y quedarnos con la idea de hacer más ingestas al día pero en menor cantidad.


Son pasos que vamos dando, habrá gente que crea que no es tan difícil, otros ya lo habrán conseguido con un poquito de esfuerzo, yo de momento… estoy trabajando en ello :P

No hay comentarios:

Publicar un comentario